(Nota: para neofitas/os en la cuestión EX es experiencia de emplead@). Empecemos, ¿sería la desconexión digital un beneficio, o mejor dicho, un «must» ineludible en la experiencia de empleada/o?. Abramos este melón.
Llevo tiempo dándole vueltas a este artículo, incluso tentada de ayudarme de la IA para este propósito, aún así, he decidido que la mononeurona que baila de un lado a otro en este cerebro, trabaje un pelín y os hable de este tema. También he de decir, que ví una película llamada «El Círculo» y fue como un epifanía (no por la película, bastante aburrida y lineal, además de predecible), al ver a una exhausta Emma Watson «hiperconectada» las veinticuatro horas en pos de la transparencia y de la necesidad imperiosa de tener información inmediata. ¿De qué iba a hablaros yo hoy?.
Desconexión digital como beneficio.
Cuando llevas un tiempo, en algunos casos océanos de tiempo como Drácula, buscando talento o personas, te sorprende que muchas de ellas, a pesar, de que ya requieren teletrabajo y horarios con los que poder conciliar su vida personal, no apunten la cuestión de la desconexión y vean como algo normal contestar ipso facto al correo corporativo.
Se da por hecho que cualquier interacción digital sea por correo, Whatsapp u otro tipo de mensajería interna ha de ser respondida desde cualquier lugar y a cualquier hora. ¿No resulta curioso? ¿Desde cuando hemos decidido esta inmediatez? Que estés en la playa contestando correos, aunque sea en Balí, no es cool; que te lo intenten vender como cool, tampoco.
Desconexión digital como derecho.
Existe la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y Garantías de los Derechos Digitales en la que se indica que los trabajadores/as “tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal familiar”.
¿Se aplica? Ahí lo dejo, botando, cual pelota, que quizás esté en nuestro «tejado» (sustituir por RR.HH.) Porque todas/os sabemos que, a lo mejor, es posible, que esto no se esté aplicando exactamente.
Dice también la ley que el período mínimo de descanso entre una jornada laboral y otra al menos debe ser de 12 horas. ¿Que te envíen un email a las 22 horas para que envíes algo sería jornada laboral? ¿Cumple con las 12 horas si entras a trabajar en las 8? Ahí, como siempre, mi mar de dudas…
Desconexión digital como valor de compañía.
Te imaginas un anuncio u oferta de empleo en que además de requisitos y funciones en el apartado de beneficios pusiera: «no está permitida la comunicación ni funciona el email corporativo fuera del horario laboral». ¿Te imaginas que los puestos de trabajo se «desintegraran» por arte de magia al final de la jornada?, siento decirlo pero ya lo contaban en este artículo en 2016.
Ahora mismo, la versión agorera y crítica que lee mis artículos diría: Belén, pero a veces hay cosas urgentes. Y mi versión más cañera le responderá: ¿Sabéis vivir fuera del cuadrante de la urgencia? ¿Sabéis que enviar un email fuera del horario o altas horas de la madrugada no te hace más eficiente ni mejor profesional? ¿Sabes que tu requerimiento puede generar ansiedad o urgencia en su destinataria/o?Y hasta aquí el diálogo interior, o más bien, el reproche interno.
Desconexión digital como política de compañía.
Por ello se hace necesario establecer un protocolo (he escrito inicialmente protoloco y quizás esté en lo cierto) o política de desconexión dentro de las múltiples políticas de empresa. ¿Como hacer este protocolo?.
- Análisis de la situación actual de la compañía.
- ¿Cómo estamos?Analizar el calendario laboral, días festivos, tipos de jornadas, registros de jornada, vacaciones, disponibilidad horaria fuera de la jornada laboral (supuestos de localización), teletrabajo, …
- Análisis de la situación de desconexión de la empresa
- ¿Cómo lo sentimos? Mediante encuestas o formularios que nos cuenten el uso real de dispositivos. También, si existen canales para denunciar prácticas abusivas en materia de desconexión.
- Elaboración de un protocolo de medidas.
- ¿Cómo lo vamos a hacer? Podrían ser las siguientes:
- Delimitar el tiempo (hora y días) para responder a llamadas, emails o mensajes
- Delimitar las excepciones en tiempo, por tipología de empleada/o y funciones (por aquello de los servicios 24H).
- No permitir las comunicaciones profesionales los fines de semana, los días festivos ni los períodos de vacaciones del personal
- Permitir a los empleados/as la desconexión de sus dispositivos después de su jornada laboral.
- Reuniones establecidas dentro del horario laboral y con tiempos marcados.
- Bloqueo de correos corporativos fuera de la jornada laboral.
- Bloqueo de comunicaciones o acceso a reuniones sin dispositivos electrónicos para garantizar su efectividad.
- Avisos a empleadas/os sobre accesos y/o conexiones fuera del horario para fomentar la desconexión.
- Evitar y/o las represalias a comunicaciones no respondidas.
- Comunicación, formación y sensibilización
- ¿Cómo convertirla en un valor? Acciones de comunicación interna encaminadas a fortalecer la desconexión digital y puesta a disposición de todos las personas de la empresa de la política de desconexión. Formaciones a mandos para fomentar la desconexión de equipos…
- Seguimiento y evaluación
- ¿Cómo nos afecta y qué resultados obtenemos? Seguimiento de medidas e implantación de KPIs o indicadores que pueden ser vinculados a rotación, satisfacción laboral
¿Aún crees que la desconexión digital no debe ir en tus valores de empresa y ofertas de empleo?